Executive Protection Institute

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Protección de cerca, protección “peligrosa”. El atentado de la calle 17 en Bogotá

El pasado jueves 11 marzo, en un estacionamiento de la calle 17, en el centro de Bogotá, Colombia, un solo sicario asesinó al empresario Jorge Enrique Gómez y a su escolta, Luis Alberto Gamboa. Este lamentable hecho fue grabado por cámaras de videovigilancia de circuito cerrado y difundido por las redes sociales un día después.

En el video se aprecia al ejecutivo cerca de la ventanilla de pagos del estacionamiento, muy expuesto por su cercanía a la puerta, y a su escolta detrás de él, distraído, sacando algunos artículos de su moto, mientras otro, presumiblemente también escolta (o el mal llamado chofer escolta), estaba de lado derecho con una sombrilla aparentemente atento al entorno. Es importante señalar que tanto el ejecutivo como ambos escoltas iban armados.

El atacante entró inadvertido con el arma en la mano y disparó contra el ejecutivo y su escolta que estaba cerca de la moto. El otro protector no logró reaccionar a tiempo y solo sacó su arma cuando el atacante se daba a la fuga. El moribundo ejecutivo, desde el suelo, alcanzó a sacar su arma, pero el sicario ya había huido en una moto que lo estaba esperando. El celador del estacionamiento también resultó herido en el tiroteo.

En las redes sociales el video generó muchas reacciones por parte de los usuarios, varios de ellos también protectores. Como siempre, en estos casos, la mayoría se fijó en el hecho de que uno de los escoltas estaba distraído y el otro no reaccionó; también se precisó su mala ubicación, la exposición del ejecutivo y la lejanía de la camioneta blindada, entre otros detalles. Uno de los internautas comentó que estos escoltas tenían poca preparación, por lo que el caso no debería ser tomado en cuenta siquiera. Sin embargo, podríamos recordar los atentados contra Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos, y contra Yitzhak Rabin, primer ministro de Israel, quienes, supuestamente, contaban con los mejores protectores del mundo. No obstante, éstos no hicieron mejor papel que los escoltas de la calle 17 en Bogotá: Ronald Reagan fue herido y sobrevivió de milagro, pero, Yitzhak Rabin, por desgracia, perdió la vida. Ningún elemento de los afamados servicios de protección estadounidenses o israelíes logró hacer un solo disparo.

Es muy fácil criticar la falta de reacción y preparación cómodamente desde un sillón, solo observando la pantalla. Estar en una situación así es algo completamente diferente. Es por esto que las armas de fuego en situaciones reales son efectivas únicamente en un 5.3 % de los casos, como lo demuestra este estudio*.

Protección Ejecutiva y el uso del arma de fuego Estudio de una muestra representativa

Por lo tanto, el concepto de protección de cerca es un concepto muy “peligroso”, pues es un riesgo en sí, porque en éste se propone repeler las agresiones frente al protegido y en el último momento, cosa que históricamente no ha dado resultado alguno.

Al analizar un atentado, la mayoría se enfoca en el momento de los disparos o en los instantes previos. Esto lo hacen, generalmente, los neófitos en protección ejecutiva. Por otro lado, los especialistas saben que en estos momentos hay poco que hacer y se enfocan en analizar los minutos, horas y meses previos al atentado.

Por tal motivo, no nos concentraremos en el momento del ataque, ya que, además, hubo muchos comentarios más o menos atinados al respecto. Nos enfocaremos en un segundo video, que también circuló pero que casi no llamó la atención. Este video muestra a un vehículo rojo parado al otro lado de la calle, en frente del estacionamiento donde estaba esperando el asesino un tiempo indeterminado antes del ataque.

Es evidente que los asesinos conocían las actividades del empresario, y que este movimiento en el estacionamiento fue, de cierta forma, rutinario, o, de lo contrario, no se hubiera cometido la agresión con tanta rapidez y precisión. Esto lo hicieron a través de un tiempo prolongado de observación y estudio de las rutinas del ejecutivo. Si el empresario hubiera tenido un servicio de contravigilancia, necesariamente la detección del riesgo hubiera sucedido con anticipación, previniendo el atentado, tal vez, meses antes.

Si lo anterior falla las operaciones de alerta temprana son fundamentales. Como lo hemos dicho muchas veces, los atacantes no salen “de la nada” o como por “arte de magia”, sino que están en lugares específicos que les permiten llegar de manera rápida al objetivo y, también, huir con facilidad. La tarea del escolta en la alerta temprana es revisar estos puntos previos a la salida o a la llegada del ejecutivo. Es por esto que la regla número uno de la protección ejecutiva moderna reza: El protegido puede salir a la “costura” (o exposición) solo si el agente de alerta temprana lo confirma. Los detalles de este sistema los explicamos en el libro Protección Ejecutiva en el Siglo XXI: La Nueva Doctrina.

En este caso, el vehículo rojo con el asesino a bordo estaba tanto en un lugar de fácil acceso al protegido como de rápida huida, sin mencionar, también, su más que sospechosa apariencia de sicario, por lo que habría sido fácilmente detectado por el agente si éste solamente hubiera conocido y aplicado las técnicas de alerta temprana en lugar de implementar la “protección de cerca” de, como casi siempre, trágicos resultados.

Se podría objetar que este tipo de situaciones pueden ser frecuentes en esta zona de la ciudad y que bien la persona pudo haber estado ahí por casualidad. Lo anterior nos lleva a otra regla de oro: En la protección ejecutiva, nada ocurre por casualidad en un lugar y en un horario de rutina.

Con una nueva estructura operativa, la cual incluye contravigilancia y alerta temprana, las agresiones se mitigan lejos del ejecutivo en el tiempo y en el espacio, para una mayor seguridad tanto de los usuarios como de los escoltas. Esto no quiere decir que la “protección de cerca” deba ser eliminada, sino que debe entrar en una estructura más completa, la cual, además, se adapte a cualquier presupuesto, como te lo explicamos en este video:

Es fundamental implementar un nuevo sistema de protección ejecutiva moderno, discreto y eficaz, para proteger la vida tanto de los ejecutivos como de los escoltas.